jueves, 23 de diciembre de 2010

Heroquest: El primer amigo del friki, el primer maestro del rolero.



Cuando era pequeño, siempre quería juguetes. Pero, desde que tenía uso de razón y memoria, el Heroquest fue siempre el juego por antonomasia, el más supremo de los deseos que recuerdo haber albergado. Sólo su portada, que te sonreía enigmática desde el stand (aún no existía el anuncio de la tele) prometía hacerse un hueco en tu alma para siempre. El obstáculo: para mayores de 10 años. ¿Cuánto llanto no habrá provocado tener que decirle adiós un día más (por aquí habrá quien pueda atestiguarlo...)?

Soñaba con su tablero, con sus figuras, con las aventuras sin fin que me iba a procurar; Sólo su primo hermano, el Battlemasters, le llegaba mínimamente a la altura (pero ésa es otra historia...). Entretanto, probé incluso la treta de que me compraran sólo el anexo, desconocedor de que no bastaba para jugar.


El día de mi décimo cumpleaños, el regalo fue lógico. Mis padres tuvieron el acierto de no traerme el regalo, sino de ir juntos al Toys arás (Toys r us o algo así) y permitirme señalar con el dedo el modelo en cuestión, mientras me embargaba por el espinazo un escalofrío de placer: ése fue mi glorioso rito de madurez, o eso pensaba.

¿Cómo no temblar de nostalgia al recordar a los fimirs, las fichas con los personajes ("¿qué troll, si era un elfo?"), las primeras partidas, los momentos épicos?

En cualquier caso mis comienzos fueron titubeantes, por la falta de práctica, edad o adocenamiento: la primer partida que hice a mi familia consistía en localizar una tumba, pero como no sabía que la mazmorra se iba montando poco a poco, mostré todo el escenario (con lo cual ni misterio de buscar la tumba ni leches). También me hacía un lío con las cartas de magia. Pero poco a poco, le pillé el gusto, y jugué infinitias partidas con mi hermana, a cambio de comprarle helados. Y, por supuesto, paulatinamente fueron cayendo sus anexos(aunque jama´s conseguí jugar al juego de ordenador)...

Un mapa de heroquest, tal y como lo ve el máster. Las habitacione sy mosntruos del tablero se revelan según la visión de los personajes jugadores...

Hasta que alcancé la gloria suma al comprar el kit de creación de mazmorras, e hice mis propias aventuras. Gloriosa época, que condujo al declive de mi pasión por este juego: el mundo del rol, ineludible y magnífica meta del camino iniciado por el venerado heroquest.

Muchos años después, volví a retomarlo con dos colegas, salpicándolo con muchas dosis de interpretación, humor y rol, que era de lo que se trataba. Y, aunque sé que probablemente no volveré a jugar, es innegable la marca que en todo jugador de rol ha dejado este gran juego, en mí el primero. Es, por ello, que necesitaba dedicarle un friki-post.

Finalizaré este panegírico con palabras mejores que las mías, que definen a la perfección este sentimiento de melancolía y agradecimiento del que os hablo:

-"Nadie nace queriendo jugar al rol. Bueno nadie excepto Gary Gigax, pero aparte de él, nadie nace con ese deseo. Al principio uno quiere comer, merar, y esas cosas.

El rol viene después.
Y como todo tiene un principio, el principio del rol es Heroquest.

No, el Heroquest no es el primer juego de rol. Ni siquiera es un juego de rol y nació muchísimos años después de que todas las frikadas se hubieran inventado. Pero al igual que el "Gospel" con el cristianismo, la capacidad de conversión del Heroquest al auténtico ROL es simplemente impresionante."-




PD: